lunes, 10 de marzo de 2008

La invasión de los emos. 2ª Parte: Estilismo

He vuelto mis pequeños cigotos. La causa mi demora en actualizar (jolín, una semana no es tanto) se debe a un viaje sorpresa que organizó mi queridísima tarta de compota y remolacha, Amparo. Ella solita se encargó de los billetes y de elegir el hotel, ¡Marina D'Or! Sencillamente fantástico (ya lo decía Luis Aguilé), casi me disuelvo entre las aguas del balneario de agua marina más grande de Europa. Pero ahora, centrémonos en el tema: la apariencia emo.


Una vez has descubierto tu emo interior deberías renovar tu vestuario por completo. La moda emo o "emoda" se basa en prendas punk con accesorios de estilo gótico de los 90. Indispensables son los pantalones negros ultraprietos a lo morcilla de Burgos, camisetas talla XXS sustraídas de algún hermano/a menor, cinturones al menos un 60% metálicos, y no pueden faltar las ya nada originales Converse desgastadas repintadas con boli Bic (me alegro de no tener unas). Los imperdibles colgados al azar en los pantalones añaden un aire desenfadado a la par que maduro. Si usas gafas, que sean de pasta negra, aunque los falsos emo usan hasta lentillas de colores. Un calcetín a cuadros y otro de rayas da un toque Punky Brewster de lo más emo.

El peinado es como poner la guinda en el pastel. Tíñete el pelo de negro y si ya lo tienes negro pues más negro todavía; algunas mechas de colores antinaturales (véase rosa chicle) crean un dinamismo desconcertante. Si eres una chica, córtate el pelo a lo bombilla pero déjate el flequillo lo suficientemente largo como para cubrir tu cara y la de dos personas más. Si eres un chico, córtate el pelo como una chica.

Hasta aquí por hoy, nos vemos en el próximo post.