domingo, 3 de agosto de 2008

Si quieres desaparecer agárrate a mil globos o vete a cenar al Bulli

 
La policía e Iker Jiménez investigan la misteriosa desaparición de Pascal Henry, un crítico gastronómico que fue visto por última vez cenando en El Bulli, el prestigioso restaurante de Ferrán Adrià con lista de espera interminable.

El gastrónomo suizo pretendía visitar los 68 restaurantes galardonados con tres estrellas Michelin en apenas dos meses. Para ello había ahorrado durante mucho tiempo, unos 749 años por lo menos. El restaurante de Ferrán Adrià era el número 40 de su tour particular.

Según han confirmado los Mossos d’Esquadra, los hechos ocurrieron el pasado 12 de junio. El suizo acabó de cenar con toda normalidad como cualquier persona que se permite el lujo de pagar con billetes de 500 euros y salió del restaurante justo antes de medianoche, en busca de una tarjeta que quería entregar a los responsables de El Bulli. Pero no volvieron, ni el ni la tarjeta. ¿Gastroenteritis fatal en un crítico gastronómico?

El gastrónomo se dejó en su mesa un sombrero precioso, unas fotografías y una libreta (posiblemente Moleskine) en la que anotaba sus críticas gastronómicas como el señor alto delgado de Ratatui, pero no se olvido su iPhone porque no tiene. En ese bloc de notas recogía las firmas de los mejores chefs del mundo, con un listado de los platos que había degustado hasta el momento.

La Interpol (¡Oh Dios mío, la Interpol!) formalizó la denuncia en Suiza. La policía ha rastreado la zona cercana al restaurante con perros gastronómicos y han tratado, sin suerte alguna, de hallar alguna pista sobre su paradero.

La cuestión es que nuestro amigo Henry había desparecido otras veces durante semanas sin dar señales de vida, cosa que no ayuda a esclarecer el caso. Al parecer, una vez viajó a EEUU de turismo y desapareció durante varios meses. ¿Amnesia? ¿tontuna? Yo creo que es cagalera.

Actualizado 07/08/08: La Interpol ha encontrado a nuestro amigo Pascal 56 días después de desaparecer después de haber cenado en el famoso restaurante. La cuestión es que hizo un simpa como una casa de la forma más misteriosa. ¡Quiero ser como Pascal!

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