Hace unos días me topé en el periódico que una mujer de 35 años estuvo encajada en el inodoro de la casa de su novio, en Ness City (Kansas, Estados Unidos), durante unos DOS AÑOS, 24 MESES, 730 DÍAS (o 731 si hubo bisiesto...). Según informa el periódico local The Hutchinson News, el novio llamó a la oficina del alguacil, el pasado febrero, para informar de que a su novia- la cual no ha sido identificada, para su seguridad- "le pasaba algo raro"... ¿Algo raro? A ver, el estar un día sentado en el inodoro ya es raro de por sí... pero es que el novio, se da cuenta ¡2 AÑOS DESPUÉS! Al llegar al domicilio, la Policía encontró a la mujer sentada en el inodoro, con los músculos atrofiados de no moverse y pegada a la taza, con lo que calculó que llevaba allí sentada unos dos años. Los servicios de urgencia la sacaron con una palanca, sólo os pido que os imaginéis la situación: una mujer que lleva dos años con los pantalones bajados, eso ni Boris Izaguirre,... un montón de personas mirando, y entre ellas una persona fuerte con una palanca para sacar a la zagala de tal lío.
El novio contó que ella había pasado allí todo ese tiempo porque quería. Él le llevaba comida y agua. "Con sus actos, ella pareció apoyar lo que él decía, pues cuando la encontramos al principio rehusó que viniera una ambulancia", ha contado el alguacil Bryan Whipple. "Ante la seriedad de la situación, llamamos a la ambulancia de todos modos, pero ella no se quería marchar", agregó el alguacil, habría que ver como era el trono... aunque es lógico que tras 2 años le hubiera cogido cariño, aunque sólo fuera un poco, y ya sabéis, el roce hace el cariño.
La Policía local estudia ahora la posibilidad de presentar cargos contra el novio por maltrato a un adulto y está también a la espera de que un estudio psiquiátrico aclare la situación mental de la mujer y el nivel de dependencia hacia su pareja, me parece oportuno, porque la mujer no debe estar muy bien de la cabeza, aunque puede que sea todo culpa de la sociedad, en especial, la norteamericana.
A partir de ahora ya no veré al inodoro como antes, ya no lo trataré con desprecio e indiferencia, por ello os propongo que intenteis animar su monótona vida, por ejemplo, estar con él durante dos años, o como Ewan McGregor en Trainspotting... os propongo una pequeña excursión, que no hizo ni el mismísimo Jacques Cousteau...
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